La secesión perjudicaría a los ciudadanos, que a partir de ese momento se verían obligados a considerar como extranjeros a buena parte de sus conciudadano. La secesión crearía muchos más problemas de los que pretende resolver. Unos problemas que, por otro lado, tienen soluciones más eficaces y menos onerosas a través de mecanismos federales que tenemos a nuestro alcance y que deberían integrar una reforma constitucional federal que nos permitiría seguir juntos y mejor. l
“El Siglo” 14–20 de abril de 2014 19
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