“Hay familias confinadas en espacios mínimos o en infraviviendas que ya no saben qué historia inventarse para no hundirse en la depresión. Porque una gran parte de catalanes y catalanas no sabe qué pasará cuando acabe esta situación. Si tendrán trabajo, si podrán seguir con su proyecto de vida, si seguirán vivos.
En vez de transmitir seguridad y esperanza en medio de la tragedia, desde el Govern, pero también desde nuestros medios de comunicación públicos y subvencionados, se repite una y otra vez el relato de siempre: todo es culpa de España. Si fuéramos independientes este virus no nos habría tocado.”
Mirarse el ombligo (Crónica Global, 23 de abril de 2020)