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«Una nación siempre se basa en la premisa identitaria. Pertenece a una nación el colectivo de personas que se identifica con su simbología, su ideario, su relato histórico… Una vez creada la comunidad de ideas, intereses, vindicación…, generan un sentimiento de pertenencia. Algo subjetivo, una experiencia personal, una prerrogativa individual. No generalizable. Si el sentimiento de pertenencia es resultado de una prerrogativa individual, no es susceptible de represión a quien lo desea, pero tampoco de imposición a quien no lo desea. No puede, en consecuencia, tener carácter jurídico político algo que es electivo e individual.»

Entrevista a Alberto Marco (El Triangle, 22 de febrero de 2020)