Ni unidad entre los manifestantes y las autoridades, ni unidad entre los propios manifestantes. Ni unidad con las víctimas. Y eso que la ‘mani’ era por ellas. ¿Qué banderas representaban los más de 30 países, patrias, naciones… de los asesinados en la Rambla? ¿Dónde estaban en esta manifestación los invisibles, los muertos? A ratos, en algunas partes de la ‘mani’, cuando nadie gritaba sino que solo se escuchaba el estruendo de las palmas al ritmo de las tres sílabas de ‘No tinc por’, se sentía que una terrible fuerza sin ninguna palabra, sin ningún idioma, que evocaba a los confinados para siempre al silencio. Porque, insisto, la ‘mani’ era por ellos… ¿o solo lo hemos hecho por nosotros? «A euro la unidad» (El Periodico, 26 de agosto de 2017)