Carlos Jiménez Villarejo lamentó que la UE «haya perdido su vocación humanitaria» y contravenga, a su entender, la Declaración Universal de los Derechos Humanos, de 1948 y la Convención de Refugiados de 1951
(Por Siscu Baiges) ¿Puede la Unión Europea hacer frente a desafíos como la crisis de los refugiados sin una integración mayor? ¿Qué aspectos deben reformarse para que Europa avance en su federalización y sea capaz de dar respuestas comunes a desafíos comunes como la crisis migratoria y humanitaria que se vive en sus fronteras? ¿Qué tiene en común el exilio de hoy con el de miles de republicanos que se vieron obligados a cruzar fronteras en busca de refugio?
Con estas preguntas Federalistes d’Esquerres convocó, el pasado 22 de junio, el acto «Europa ante la crisis de los refugiados: una respuesta federal y solidaria» en la Casa de la Solidaridad Can Pepus, en Badalona. Participaron los miembros de la asociación Alfonso López Borgoñoz, ex-presidente de la sección española de Amnistía Internacional, Miguel Pajares, presidente de la Comisión Catalana de Ayuda al Refugiado, y Carlos Jiménez Villarejo, ex Fiscal Anticorrupción y que es vocal de honor de Federalistes d’Esquerres. En el acto, moderado por Montse García, de Federalistes d’Esquerres de Badalona, intervino también la directora del museo de Badalona, Margarita Abras.
Alfonso López Borgoñoz abrió la sesión denunciando que la Unión Europea vincule la ayuda al desarrollo a algunos países a que asuman la función de control de los migrantes que quieren venir a nuestro continente. «Nos quejamos de Donald Trump pero Europa hace lo mismo que él anuncia», dijo López. Según él, la Unión Europea cuelga en sus webs noticias que dan una imagen falsa de sus acciones. Lamentó que Europa se «atrinchere» y exigió que se pongan en marcha vías seguras para que los refugiados lleguen: «No es tolerable que tengan que pagar a las mafias porque Europa no les facilita el acceso».
Después de que la directora del museo de Badalona recordara que esta ciudad acogió muchos desplazados españoles que huían de la guerra civil, el presidente de la Comisión Catalana de Ayuda a los Refugiados, Miguel Pajares, aportó numerosas y estremecedoras cifras al debate. Entre ellas que de los 17.377 refugiados que España se comprometió a acoger en otoño de 2015, sólo han llegado unos 1.300 y que lo más probable es que, cuando el próximo septiembre se cumpla el plazo previsto para recibirlos, sólo haya llegado un 10%, como mucho. También destacó que España tiene menos excusa que otros países para acoger a tan pocos refugiados porque es uno de los que recibe menos peticiones de asilo y protección.
Pajares denunció también el egoísmo de los países ricos y explicó que Turquía, que sólo supera en PIB a dos de los que pertenecen a la Unión Europea -Romania y Bulgaria-, acoge tres o cuatro veces más refugiados que todos ellos juntos. Consideró «indecente» el acuerdo de la UE con Afganistán para devolverle los migrantes que lleguen y recordó que España ha sido «precursora de la política de muros y retornos en caliente de migrantes» en su frontera sur. Finalmente, explicó que Venezuela es el país de origen del mayor número de personas que han pedido asilo y protección porque no necesitan visado para venir a España. «Es esto lo que pedimos al gobierno español que haga con todas las personas que soliciten refugio», dijo para cerrar su intervención.
Finalmente, Carlos Jiménez Villarejo lamentó que la UE «haya perdido su vocación humanitaria» y contravenga, a su entender, la Declaración Universal de los Derechos Humanos, de 1948 y la Convención de Refugiados de 1951. Asimismo, dijo que «da vergüenza leer» la declaración de Malta, aprobada por los países de la UE en febrero de este año, en el que se dice que hay que priorizar el «control eficaz de las fronteras y la contención de los flujos de emigrantes ilegales». «Cuando veo esto pienso que estamos cerca del fascismo. De hecho, países como Polonia se comportan prácticamente como fascistas», criticó.
El ex-Fiscal Anticorrupción recordó que el Tribunal de Justicia de la UE de Luxemburgo tiene pendiente de respuesta la denuncia que preparó él, junto con varios colectivos de juristas y ONGDs, contra el acuerdo de la Unión Europea y Turquía, que concede ayudas económicas a este país a cambio de que detenga el flujo de refugiados. «No se puede poner precio a la libertad y la dignidad». Para terminar su intervención, citó el catedrático de Filosofía del Derecho Francisco Javier de Lucas, que ha definido la política europea hacia los refugiados como «error, canallada y fracaso».
«Necesitamos una Europa más federal y solidaria, con una política común de refugiados que impida que países como Hungría actúen de la forma que lo están haciendo en esta cuestión», añadió Alfonso López Borgoñoz antes de que se cerrara el encuentro.