ActualidadEspacio Federalista

La historia es tozuda y los errores suelen repetirse. Estos días he vuelto sobre el libro “Abans del sis d’Octubre” que publica el dietario de Amadeo Hurtado cuando fue enviado por el presidente Lluís Companys para intentar solucionar el enfrentamiento entre la Generalitat y el gobierno español a raíz del recurso presentado por este último contra la “Llei de conreus” aprobada por el Parlament de Catalunya. En junio de 1934 cuando Hurtado, uno de los que diseñó la administración catalana en tiempos del presidente Francesc Macià, es enviado a Madrid a negociar con el gobierno, se encuentra con la negativa de Companys a cualquier fórmula propuesta por el gobierno republicano. La Generalitat opta por la confrontación y así se llega a los desafortunados hechos del 6 de Octubre del 1934.

Otro hecho poco conocido y menos publicitado es el de cómo se manejó el tema del encaje de Cataluña en España durante la transición política. He oído repetidas veces por parte de independentistas catalanes que si tuviéramos el concierto vasco la mayoría de problemas con España no existirían. Pero no les he oído decir que fueron los catalanes quienes, en el momento de la transición, rechazaron la oferta del gobierno de Adolfo Suárez de un concierto como tienen los vascos. Creo no equivocarme si digo que fue Trias Fargas quien dijo que el concierto era una cosa negativa (desde el punto de vista económico) pues el cupo dependía de factores que según la evolución de la economía nos serían desfavorables. Y ningún partido político del momento objetó nada y así se desechó la fórmula del concierto.

Los procesistas esto no lo explican, el proceso nunca hace autocrítica, no recuerdan la frase de Espriu tan bien representada en “Ronda de Mort a Sinera” cuando Mª Aurelia Campmany y otros iban repitiendo “Som els millors”.

Ahora nos encontramos en otro momento importante. Hace sólo unos meses cuando decías en Cataluña que eras federalista te respondían que era una solución imposible porque no había federalistas en España. Yo respondía que lo que sí era cierto es que no había partidos que apoyarían la independencia de Cataluña ni en España ni en Europa donde estamos y algunos dicen querer continuar estando. En estos momentos en que Europa está algo perdida y pendiente de las elecciones que se avecinan en países importantes, no hablaré de los federalistas europeos que existen sino del federalismo en España. Con distintos matices, la reforma de la constitución hoy es un tema aceptado por casi todos los partidos. En ella un tema fundamental (obviamente no el único) es la estructura territorial. Y resulta que el federalismo como solución está en los programas de los partidos de izquierda españoles, tanto del PSOE como de Podemos. Además en el pacto entre PSOE-Ciudadanos para la investidura fallida de Pedro Sánchez, el tema estaba contemplado en el documento del acuerdo. Ahora resulta que lo que llamaban desdeñosamente la tercera vía se ha convertido en la primera, en la única viable.

Este va a ser uno de los retos de esta legislatura, ¿serán capaces los partidos políticos de consensuar una reforma de la constitución realmente federal y que, entre otros, resuelva el problema de encaje de Cataluña? Y los partidos independentistas tienen delante una gran responsabilidad. Pueden hacer como Companys y cerrarse a cualquier discusión o quedarse en un mundo ideal de demandas imposibles. Pueden simplemente descartar cualquier reforma como se hizo con el concierto durante la transición e ir repitiendo que somos los mejores. Pero lo que parece claro es que la reforma de la constitución tiene recorrido. Parece que el PNV, los socialistas (con las aportaciones del PSC en los temas de federalismo) y los de Podemos (con sus confluencias: Compromís, Mareas, etc.) están dispuestos a debatir con Ciudadanos y el PP una reforma de la carta magna en profundidad con un especial énfasis en el tema federal.

Queda la duda de los independentistas, ¿se inhibirán? Jugaran simplemente a la contra? Creo que muchos catalanes les pediríamos que reflexionen, que tengan en cuenta los precedentes que cito al inicio del artículo y que no dejen a su cuota de catalanes sin representación en un debate tan importante. Y digo su cuota porque siempre es bueno recordarles que sólo representan a menos de la mitad de los votantes catalanes aunque se arroguen la representación de Cataluña como si fuera su feudo privado. Los catalanes no independentistas (que somos mayoría) vamos a participar en el debate constitucional pero sería bueno que participáramos todos los catalanes por el bien de Cataluña y España.