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  • Todo nacionalismo necesita agravios. Catalanes de diferentes épocas han sentido (unos si, otros no) que en determinados comportamientos el Estado los ofendia.
  • ¿Fué para Cataluña una ofensa el franquismo? Por descontado, también para Extremadura o Galicia. ¿Lo fué para los catalanes republicanos y de izquierdas? Por descontado, pero no para los catalanes que recibieron a Franco en la Diagonal. Los que no deben fabricar ofensas son los historiadores.

“Se han manipulado la Historia de España y la de Cataluña” (El País, 10 de mayo de 2015)