Ciertamente la reforma de la Constitución es muy difícil de llevarla a cabo porque en algunos de los aspectos mencionados no están de acuerdo ni el Partido Popular, ni Ciudadanos, ni una parte importante del PSOE, pero mucho más difícil es alcanzar la independencia si quienes la tienen como prioridad no llegan a la mitad de los electores y enfrente está el Estado, con los medios de que dispone para oponerse, y la prueba es la regresión autonómica en la que está sumida Cataluña. España tiene dos millones de problemas, por Francesc Pau, El País (30/01/2018).