La candidatura de Junts pel Sí es la de la corrupción del partido de las quince sedes embargadas, del caso Innova, del caso Palau y las amistades peligrosas de Félix Millet; la candidatura del fiasco de Barcelona World y de la escandalosa privatización de ATLL; la candidatura de quienes hasta 2012 votaron con el PP todas y cada una de las leyes que han permitido el mayor desastre social que ha padecido este país en décadas; la de quienes han favorecido los consorcios sanitarios y el lucro privado con el uso de las infraestructuras de la sanidad de todos y quienes han financiado escuelas de élite mientras recortaban en la educación pública; la de quienes han preferido invertir en torpe diplomacia, pomposos tricentenarios y burdas campañas propagandísticas mientras faltaban recursos para becas comedor y dependencia. «Plebiscitarias, por supuesto» (El País, 8 de agosto de 2015)