El pasado sábado 30 de noviembre Federalistas de Izquierdas organizó un acto que contó con Ferràn Vallespinós, Dr. en ciencias biológicas, escritor y ex-alcalde de Tiana y Teresa Cunillera, diputada durante seis legislaturas y ex-delegada del gobierno en Cataluña.
Presentó el acto Lidia Santos, vice-presidenta de FED, quien después de presentar los dos ponentes, Lidia Santos justificó el acto como consecuencia de la confusión generada después de las riadas de València el pasado 29 de octubre.
Inicialmente, lo que era una incompetencia del Presidente de la Generalitat Valenciana se transformó en un conflicto de competencias. Y no es así. Las competencias son claras y la regulación también. Tenemos una estructura casi federal, pero sin cultura federal. La mayor parte de las instituciones funcionaron correctamente (AEMET, Cuenca Hidrográfica, la Diputación de València, la Delegada del Gobierno, alcaldes…). También lo hicieron las escuelas, muchas empresas y la Universidad. Esto demuestra que la información había llegado.
En cuanto a la legislación (hay dos leyes que lo regulan: la de estado de alarma y asedio y la de protección civil de 2015) la Generalitat tiene las competencias en el ámbito autonómico y tiene un organismo responsable, que es lo CECOP. Todas las instituciones tienen que trabajar de forma simultánea. La máxima autoridad es el Presidente de la Generalitat, quien no quiso declarar el nivel 3 por no perder el mando al mismo tiempo que no cogía las riendas de la situación.
A continuación intervino Teresa Cunillera. Remarcó que con las mismas herramientas hubo actuaciones muy diferentes. Esto quiere decir que cuando se quiere, se puede. Recalca que en València se ha pervertido todo. Todo el mundo recuerda la contradicción entre las primeras palabras de Mazón, agradeciendo al Presidente del Gobierno la premura en la actuación y las declaraciones posteriores, muy críticas y alineadas con las de Feijóo.
Tenemos que considerar que cualquier nivel administrativo forma parte del Estado, y debe haber coordinación y colaboración. Lo que la ley no puede prever ni resolver es la falta de confianza y colaboración entre las instituciones. De hecho, antes de que intervenga el gobierno del Estado, se pueden activar muchos mecanismos. La prueba es la respuesta que se ha dado desde otras CC.AA. en otras catástrofes. También se podría aumentar la colaboración y coordinación con nuestros vecinos de Aragón y València o llevar cuerpos como la UME más cerca de los ciudadanos. Por ejemplo, en Cataluña no hay.
Ferràn Vallespinós quiso enfocar el tema hacia el cambio climático y nuestras responsabilidades. Aparte de las catástrofes meteorológicas (incendios, riadas, sequías…) son previsibles las virales, las nucleares… En València con otra gestión se hubieran salvado vidas, pero la catástrofe habría sido la misma. Se tienen que arreglar otras cosas relativas, no solo a la descarbonización, también a la gestión del territorio. Tendremos que prever sistemas de mitigación de las catástrofes y sistemas de adaptación, considerando que habrá gente más favorecida que otra al momento de adaptarse (no es lo mismo tener que encender más a menudo el aire acondicionado que vivir en un lugar donde la riada te deja sin nada).
Las tres intervenciones dieron pie a mucha participación del público asistente, haciéndose aportaciones importantes y complementarias al que se había tratado.