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El pasado viernes 6 de octubre en la Llibreria Byron, y dentro del ciclo de conversaciones federales, que se realiza coordinadamente entre «Citizens pro-Europe» y «Federalistes d’Esquerres» se llevó a cabo un debate sobre la propuesta de un Estatuto de Ciudadanía Europea con la participación de Maite Pagazaurtundúa, eurodiputada, Teresa Freixes, catedrática de Derecho Constitucional, Cesáreo González-Aguilera, politólogo, y la presidenta de Federalistes d’Esquerres, Mireia Esteva.

En primer lugar, Maite Pagazaurtundúa explicó cómo se está trabajando este proyecto y cómo desde la Comisión de Asuntos Constitucionales, a la que ella pertenece, se piensa en las reglas del juego democrático que afectan a todos los estados miembros. Cómo se está aplicando la ciudadanía europea y que en su opinión es uno de los grandes aciertos del proyecto europeo que estamos viviendo.

El principal objetivo es garantizar para las personas los derechos que los bienes y servicios ya tenían desde el primer momento. Para ello apuestan por reforzar la ciudadanía europea, a ser posible con un estatuto, cuyo borrador se presentará dentro de unos días en el seno de la comisión.

Cesáreo Rodríguez-Aguilera, miembro de Federalistes d’Esquerres, centró su participación en explicar la situación y percepción de los ciudadanos dentro de la UE. Hasta ahora, uno de los problemas que aleja a los ciudadanos de la UE es que se ha tendido a privilegiar las instituciones. Sin embargo, en el proceso de integración Europa ha ido sorteando una larga sucesión de crisis, algunas muy importantes como la del 2008 o la crisis de los refugiados de 2015. La solución a muchos de estos problemas, en su opinión, se ha visto lastrada por el elitismo de algunos estados y las diferencias entre países más o menos ricos, lo que genera desafección ciudadana. En muchas ocasiones los políticos han tenido pánico a enfrentar los grandes retos que se presentaban, dejándoles de esta forma el mensaje a los populistas. Con ello se consigue que aumente el euroescepticismo. Al mismo tiempo, los estados se refuerzan para evitar una mayor construcción federal y resurgen los nacionalismos. Aunque hay que destacar la valentía de la canciller Ángela Merkel, que en la crisis del 2015 aceptó que Alemania acogiera a un millón de refugiados, la UE fué incapaz de ponerse de acuerdo en temas como el de la inmigración y acabó dejando a terceros países la gestión del problema. Aunque la desconfianza hacia la Unión es minoritaria, estos errores de gestión hacen que las voces euroescépticas se escuchen más.

Como aspecto positivo, Rodríguez-Aguilera resaltó que la mayoría de europeos es consciente de que muchos problemas no los pueden solucionar los estados solos, como son el cambio climático, la inmigración o el terrorismo. Asi mismo, se ha visto como la pandemia de COVID19, la larguísima negociación del Brexit o la guerra de Ucrania han fortalecido el sentimiento de pertenencia europea. Pero todavía solo un pequeño porcentaje se siente solo europeo y el ambiente no ayuda. Como ejemplo puso los periódicos que todavía ponen en la sección de Internacional los asuntos europeos cuando deberían tratarse como asuntos internos.

El europeísmo está supeditado a los sentimientos nacionales de cada país y desde la política no se renuncia a ellos por réditos electorales, sin embargo, hay que fortalecer el sentimiento de pertinencia. Se ha demostrado que el programa Erasmus ha sido un rotundo éxito aunque la idea de unos Estados Unidos de Europa está aún muy verde. Para avanzar hay que potenciar el europeísmo y explicar cómo una mayor unión nos convertiría en la primera potencia comercial, cómo nos situaríamos en renta per cápita, militar o diplomáticamente, en avances científicos, en agricultura. Llenar de contenido los europartidos e iniciar en su momento la elaboración de una constitución europea, desterrando el etnicismo y la xenofobia, con la vista puesta en conseguir los Estados Unidos de Europa.

Teresa Freixes resumió el proyecto del Estatuto de Ciudadanía Europea como el conjunto de derechos que nos identifica como ciudadanos europeos. Resaltó la importancia de recoger en este estatuto los diferentes derechos que ya figuran en los tratados actuales para darles forma y ampliarlos, incluyendo a todos los ciudadanos y buscando un modelo pleno de derechos y garantías, para que ninguna persona se sienta en tierra de nadie. Hablar de ciudadanía es poner en el centro la solución de los problemas comunes. El estatuto se ha de ir construyendo a pequeños pasos y ha de incluir los derechos ya existentes, como los de participación ciudadana, de libertades, de la buena administración y derechos nuevos, como los relativos a derechos digitales, como los de la herencia digital, el derecho a la identidad, los relativos a la inteligencia artificial.

Para cerrar el acto intervino Mireia Esteva, quien tras expresar la importancia de los derechos ciudadanos en la construcción Europea, resaltó la importancia del proyecto, ya que reúne en un solo texto derechos ya existentes y los amplía y animó a seguir generando acciones que nos lleven al fortalecimiento de los derechos de ciudadanía y en la construcción de una identidad europea. Dadas las influencias negativas o positivas que tienen las decisiones institucionales y la propia gestión de la UE, más vale que las tengamos en cuenta y no aparezcan como efectos secundarios indeseados. Destacó la importancia de una identidad europea laica, alejada de los etnicismos, historias personales y elementos emocionales, pero centrada en una comunidad política y social de derechos y deberes democráticos. Finalmente, se mostró positiva, ya que aunque ha habido muchas cosas que han tendido a separarnos, también en el momento actual, predominan las que tienden a unirnos: Brexit, guerra de Ucrania, la pandemia, Trump o la respuesta de la Unión a la crisis de 2008. Asimismo, resaltó la importancia del reconocimiento de derechos de ciudadanía a aquellas personas que legalmente aún no son ciudadanos de pleno derecho, como los inmigrantes y asilados.

El público participó con algunas preguntas y reflexiones y se cerró el acto con un vino ofrecido a todos los asistentes.