Espacio Opinión

En el comienzo del documento: Nuevo Horizonte para FeD, dice: FeD nació para difundir el ideario federal frente a la ofensiva ideológica y propagandística del independentismo. ¡Ojalá! Casi podría ser considerado como un fruto positivo del Procés.

Sin embargo, el federalismo es mucho más y tendríamos que ser conscientes de ello para ampliar nuestro horizonte en la medida de lo posible. La idea federal es muy antigua, pero no solo no se ha vuelto obsoleta, sino que el federalismo es el enfoque político y social mejor para abordar los retos del futuro, que su muchos y graves.

Hoy en día, todavía hay mucha gente que sigue esperando que un caudillo, un hombre fuerte, lleve a los suyos a la victoria. Al dominio y a la subyugación de los otros, es decir a quienes no piensan y creen como ellos, aunque sean sus conciudadanos. Pero, como la historia demuestra, después de una victoria vendrá una derrota, en tanto que los derrotados no sean aniquilados y luchen con el mismo patrón. Y así la historia es una serie de victorias y derrotas, es decir de sufrimiento.

Ya han pasado dos milenios desde que nos dijeron que todos formamos parte de la humanidad y todavía muchos no lo quieren creer. El mito de “el hombre hecho a sí mismo que se basta solo”, no solo es machista, sino que es pernicioso para el individuo y para la sociedad. Somos una sociedad de personas diversas, que queremos ser respetadas en nuestra diversidad, y a la vez somos el fruto del apoyo de nuestros semejantes con quienes tenemos que colaborar continuamente. Y la colaboración dentro de la diversidad, es a mi parecer, el núcleo del pensamiento federalista.

El federalismo es un enfoque político útil y necesario para organizar un estado y para integrarlo con otros estados. Las mejores soluciones, sino las únicas, para retos actuales como el cambio climático, las pandemias, la especulación, la guerra, las migraciones… son soluciones federales. O al menos a mí me lo parecen, pero o quizás no nos lo acabamos de creer o no lo sabemos explicar suficientemente bien.

Asimismo, en nuestro ámbito cotidiano también nos conviene más colaboración, más cooperación, más solidaridad y menos competición, menos individualismo y menos triunfo individual. Vivimos demasiado en burbujas estresantes y cuando no podemos más, queremos arreglarlo con los psicólogos, las terapias, el esoterismo… etc. O peor aún, muchos se dejan seducir por populismos, autoritarismos y fascismos. Quizás no convenga llamarle federalismo cotidiano, que nos confundiría. Pero el federalismo se basa, entre otros, en valores como diálogo, lealtad y solidaridad que son esenciales para mejorar nuestra existencia.

Tenemos un buen producto: el federalismo. Quizás mejor de lo que nos percatamos. Ahora deberíamos ver como mejor venderlo y aplicarlo, y eso creo que es nuestro desafío en el Nuevo Horizonte de FeD.