«Si le ha costado tan poco al independentismo convertir el delito de desobediencia cometido por Quim Torra (y aceptado por él mismo ante el tribunal que lo juzgó) en un atentado contra la libertad de expresión, transformar el masivo enriquecimiento familiar, en el caso de Pujol, o las presuntas irregularidades contractuales para beneficiar a un amigo, por parte de Borràs, en conspiraciones políticas contra Cataluña ha de ser coser y cantar.»
¿Casualidad o causalidad? (El País, 20 de octubre de 2020)