Federalistes d’Esquerres ha presentado una reclamación ante el Consejo del Audiovisual de Cataluña (CAC), exigiendo que TV3 cumpla las resoluciones del propio CAC y, en consecuencia, emita el documental «FEDERAL» que hemos producido.
La historia es larga pero tristemente familiar. En marzo del 2018, el CAC estimó que la emisión de un documental sobre el «1 de Octubre», producido por Mediapro, que explicitaba sólo un punto de vista parcial sobre los acontecimientos del pseudo-referéndum celebrado en aquella fecha, era admisible en una televisión pública; pero que la garantía del principio de pluralismo exigía que TV3 emitiera otros documentales políticos que:
«Respondan a más de un punto de vista político y ofrezcan los diferentes posicionamientos de la sociedad catalana» (acuerdo del CAC, 27/2018, de 7 de Marzo).
Es decir: cada documental puede tener un determinado punto de vista, y es responsabilidad de TV3 que promueva la variedad, a fin de asegurar que el conjunto represente la pluralidad de opiniones de los catalanes. Al amparo de esta resolución (que es de obligado cumplimiento, dada la condición de autoridad reguladora que tiene el CAC), en abril de 2018 ofrecimos a la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales nuestro documental, para emitirlo por TV3. Ninguna respuesta.
La CCMA vivió después varios meses de inestabilidad: la baja de su presidente, la presidencia interina de su vicepresidenta, la aprobación en el Parlamento de Cataluña de una nueva ley reguladora de la Corporación y la aprobación en el Parlamento de varias mociones censurando la línea editorial de TV3. Dado este contexto, no parecía prudente vernos mezclados, y adoptamos un compás de espera. El intenso año electoral de 2019 alargó este compás.
Sólo empezar 2020 reanudamos las gestiones, a través de repetidas conversaciones con la presidencia de la CCMA, la remisión de diversa documentación sobre FEDERAL e incluso, de una copia de la película. Algunas buenas palabras, y ninguna respuesta.
De forma que a finales de julio presentamos al CAC, como autoridad reguladora del sector audiovisual catalán, una denuncia contra la CCMA, por infringir sus resoluciones negándose a emitir FEDERAL, utilizando la técnica del «silencio administrativo» y, por tanto, generándonos una situación de indefensión, ya que a estas alturas aún ignoramos qué razones (técnicas, de duración u otras) hacen que la dirección de TV3 no quiera emitir FEDERAL.
Federalistes d’Esquerres podemos ser tranquilos y bien educados, pero no somos estúpidos, y entendemos perfectamente por qué razones la dirección actual de TV3 se niega a emitir FEDERAL. TV3 ha quedado crecientemente en manos de un grupo de propagandistas y agitadores de la causa independentista, que consideran que el canal debe limitarse a difundir las propuestas, declaraciones y peripecias de esta parte del espectro político. Dañando el buen nombre de la cadena (que le ha valido un amplio apoyo popular) y la profesionalidad de sus trabajadores, ha hecho que mediante el encargo de programas importantes en unas pocas (y siempre las mismas) productoras privadas, haya un auténtico monopolio de ideas, cercano al «pensamiento único», basado en la exclusión de algunos elementos de la realidad política o, aún peor, en su presentación deformada.
Por eso nuestra reclamación tiene un alcance que va más allá de la exigencia de la proyección de un documental: aspira a indicar a la cadena ya los espectadores, que no es normal que se presente un solo punto de vista; que no se cumplen las misiones más elementales de servicio público si se actúa como un instrumento de parte en el debate político; que no se informa a la ciudadanía si no se habla sobre lo que pasa, sino sólo sobre lo que se desea.
Y si no se cumplen las funciones del servicio público, la ciudadanía puede empezar a hacerse preguntas. Acaba de publicarse, por ejemplo, que en el año 2019 el gobierno de la Generalitat transfirió a la CCMA más de 236 millones de euros. Para entendernos: esto significa un poco más de 100 millones de las antiguas pesetas, cada uno de los días del año. Inevitablemente, algún día alguien empezará a preguntar en voz alta, ¿por qué? ; comenzará a comparar con la situación de hospitales, escuelas, ambulatorios, universidades, servicios sociales…
Un servicio público tan costoso no puede permitirse el lujo de representar sólo medio país. Defender unos «media» públicos de calidad, como había sido y como podría ser TV3, implica exigir a sus directivos el cumplimiento riguroso de sus obligaciones legales y éticas, y dejar las tomas de posición política a los parlamentarios: defender el pluralismo, hoy, es contribuir a salvar TV3, sacarla de manos de la manipulación política, y devolverla a la ciudadanía.
Federalistes d’Esquerres se mantendrá vigilante, e irá informando sobre la evolución de la causa planteada.