«No resolver los problemas que tenemos es la mejor manera de producir desafección y procesos de centrifugación. También és dar argumentos a los que querrían destruir nuestra democracia, que no son otros que los que hablan de patrias y se olvidan de la gente, de los nacionalismos de uno u otro sentido. Nacionalismos que querrían recentralizar y recorrer hacia atrás el hilo de la historia y nacionalismos que querrían que renunciáramos a parte de nuestra identidad, haciéndonos recorrer un camino que recuerda problemas de los siglos XIX y XX.
La cohesión territorial está en peligro en un país que se ha descentralizado mucho, pero se precisan elementos fundamentales que tienen los países federales, como es una cultura federal que no aceptaría que ningún representante de ningún territorio hable mal del conjunto y se proveería de herramientas para permitir la colaboración entre territorios y de mecanismos para resolver los conflictos.»
Un arrebato de responsabiidad (El Triangle, 6 de diciembre de 2019)