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“Ahora tiene todavía más sentido poner a prueba lo que propone el federalismo. Después de unos meses de bloqueo, se ha abierto la oportunidad de un gobierno de coalición.”
Lluís Rabell, exdiputado y cabeza de lista de Catalunya Sí que es pot en las elecciones al Parlament del año 2015, lanzó este mensaje optimista este miércoles al atardecer en Can Jonch, de Granollers, en una conferencia organizada por Federalistes d’Esquerres.
Para Rabell, los resultados de las elecciones revelan una polarización del voto y auguran una etapa de “conflictividad social y política” y, en este contexto, considera que “el federalismo es la respuesta”. Para él, el pacto PSOE-Podemos y la posibilidad de un gobierno de izquierdas “es una buena noticia”, pero advertía de las dificultades de que llegue a buen puerto, porque los dos grupos no tienen mayoría absoluta y también por el contexto político y económico.
«Habrá mucha gente interesada en que fracase, como la derecha española y la derecha nacionalista catalana.”
Y por otro lado, aludía al contexto europeo: “Hay un abanico de políticas progresistas, sociales y ambientales que tendrán que respetar los parámetros presupuestarios que marca Europa.”
En este sentido, Rabell apuntaba que el gobierno de Portugal ha conseguido revertir “los efectos de la austeridad” en un contexto de bonanza económica, “pero los márgenes en que se tendrá que mover España son más complicados. Es un camino muy estrecho y bajo presiones muy fuertes”.
Y advertía de que en el seno de un gobierno de coalición “la izquierda alternativa tendrá que aprender cuáles son los límites. El programa es aún muy inconcreto pero un gobierno ha de hablar con una sola voz”.
En este sentido, Rabell hacía un llamamiento al compromiso de todos los sectores de la izquierda “para que este gobierno tenga éxito siendo conscientes de la responsabilidad
y de las contradicciones que tendrán que asumir”.
En el caso concreto de Cataluña, Rabell afirmó que el federalismo tiene que tener un papel capital. “Nos toca consolidar la perspectiva federalista.”
El exdiputado se mostró muy crítico con el proceso independentista: “Nunca ha sido un proceso de liberación nacional. Ha sido un problema sobre el encaje de Cataluña en el Estado mal resuelto y que tiene mucho que ver con la crisis de la globalización y su impacto en las clases medias.”
En este sentido, dijo que “el federalismo respondía a esta dificultad histórica de encaje y que propone un equilibrio entre un potente autogobierno y un proyecto compartido con el resto de España. Un proyecto alentador y de vocación europea. Que dé una salida nacional a Cataluña en la que nadie gane y nadie pierda”.
Refiriéndose a ERC, Rabell alertaba de que una de las claves será que “una parte del soberanismo reconozca que el camino emprendido hasta ahora no lleva a ninguna parte a pesar de que no renuncien al sueño independentista”.

Artículo publicado en El 9 Nou el 15 de noviembre de 2019