«Trump presume de ser nacionalista, pero dijo recientemente que de racista no tiene ni un hueso de su cuerpo, dos días después de pedir a cuatro congresistas de minorías étnicas que volvieran a su país, a pesar de que tres de ellas habían nacido en los Estados Unidos y la cuarta llegó a los 12 años como refugiada, y hoy es ciudadana de este país.
Lo más curioso es como millones de personas, entre ellos líderes con un gran nivel educativo y cultural, siguen apoyando a Trump y no denuncian su racismo. Este también es más grave, probablemente, que el de Torra, los escandalosos escritos racistas del cual («hienas», «bestias con forma humana») son anteriores a su presidencia, aunque no se ha arrepentido abiertamente de ellos. Pero aquí tampoco han abundado los valientes votantes y ciudadanos independentistas, académicos o no, de buena familia o no, que hayan mostrado abiertamente su inquietud por estar lideratos por una persona con un claro pasado racista.»
¿Etnicista? ¿Nacionalista? ¿Populista? ¿Yo? ¿De qué? (El Triangle, 9 de agosto de 2019)