«Lo diremos sin ambages: ceder el gobierno municipal a Ernest Maragall sería hoy una irresponsabilidad mayúscula, de muy graves consecuencias. Tanto si esa cesión se produce por activa – a través de una alianza con ERC – o por pasiva – renunciando a configurar una mayoría alternativa. La idea de un“tripartito de izquierdas”, blandido como objetivo tras un primer momento de desaliento en que Ada Colau parecía tirar la toalla, no es más que arena a los ojos, una manera de diferir el verdadero dilema planteado. La cuestión no reside en los vetos cruzados entre ERC y el PSC. Ni tampoco en una discusión genérica sobre los rasgos ideológicos de los distintos actores políticos, sino sobre el papel que cada cual desempeña y las fuerzas sociales que encarna.»
A orillas del Rubicón (lluisrabell.com, 30 de mayo de 2019)