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Joan Herrera: “El precio de la energía es inmoral”

Un centenar de personas analiza en Granollers los objetivos de sostenibilidad

El Gobierno de Pedro Sánchez quisiera incidir a la baja en el precio de la energía eléctrica, el problema es la actual correlación de fuerzas en el Congreso de los Diputados. Así lo aseguró ayer en Granollers Joan Herrera,  director del Instituto para el Ahorro de Energía, organismo dependiente del Ministerio de Transición Ecológica. En su opinión, el sistema que se utiliza actualmente para calcular el precio de la electricidad hace que el coste al usuario, aunque “legal, sea inmoral”. Y también ineficiente, lo que hace más urgente su revisión.

Herrera hizo estas afirmación durante su intervención en las segundas jornadas Federalismo y municipio, celebradas ayer en Granollers. Las sesiones estuvieron centradas en el desarrollo de la Agenda 2030, que contempla los desarrollos sostenibles en medio ambiente, educación, derechos humanos y otros aspectos. En ella intervinieron también los de la ciudad, Josep Mayoral, Sant Boi, Lluïsa Moret;  la ex alcaldesa de Mollet, Montserrat Tura; la directora de Relaciones Internacionales de la Federación Española de Municipios, Juana López, y Joan Botella, presidente de Federalistes d’Esquerres, entidad que organizaba el encuentro. Botella sostuvo que el federalismo “no es partidista, pero tampoco apolítico”.

La clave del problema energético, sostuvo Herrera, es la fiscalidad sobre las energías. En España está en torno al 2,7%, mientras que en países como Dinamarca rondan el 4%. Pero un aumento impositivo en estos momentos topa con dos obstáculos: la “precariedad” del gobierno socialista y la revuelta de los chalecos amarillos en Francia.

No obstante, se mostró muy optimista respecto al futuro. Parafraseando, casi a Lenin cuando dijo que la revolución era “electrificación más soviets”, Herrera vaticinó que las modificaciones en la regulación de la energía permitirán que el futuro sea una especie de “electrificación y ciudad”. Las normas que permitirán la generación y autoconsumo, además de la agregación productiva, facilitarán que en las ciudades se instalen generadores compartidos de forma que en la energías renovables puedan competir definitivamente con las fósiles. “España es rica en biomasa, viento y sol, pero muy pobre en energías de origen fósil, de modo que hay que apostar por estas nuevas fórmulas”, añadió, sobre todo cuando el coste de la energía fotovoltáica es ya el 70% inferior a la importada.

Se pronunció también Herrera sobre el futuro de la industria automovilística, reconociendo que la producción de coches eléctricos supone un 30% menos de ocupación que la producción de vehículos de combustión, planteó que el problema es otro: “Cuando China y Corea pongan en Europa coches eléctricos a un precio que oscile entre los 18.000 y los 20.000 euros, la elección no será entre el 100% y el 70% sino entre el 70% y nada”. A lo que habrá que añadir que en el futuro la gente no tendrá un coche en propiedad sino que se impondrá el derecho al uso de un vehículo compartido.

También se mostró optimista Montserrat Tura, recordando que la actuación de los alcaldes al frente del Consorcio del Besòs fue lo que permitió la regeneración del río, arengó a seguir por esa vía recordando que los peces no llegaron solos y, también, que la lucha por el medio ambiente es una variante de la lucha de clases porque “no es una causalidad que los ríos contaminados no pasen nunca cerca de las casas de los ricos”. En un sentido similar se expresó Lluïsa Moret, que explicó la actividad que en defensa del medio ambiente se lleva a cabo en Sant Boi.