ActualidadOpinión

Los grandes problemas de nuestro tiempo sólo los solucionaremos con un federalismo que no termine en los Pirineos. No encontrarán solución en un mundo donde la retórica política esté dominada por fanáticos nacionalistas. Una Europa federal, con un núcleo duro dentro del euro y el espacio Schengen, donde estén las Españas, es lo que más conviene a Catalunya. Es hora de que todas las fuerzas europeístas sumen fuerzas y arrinconen a los fanatismos y maximalismos.
La auténtica Tercera República es la República Federal Europea. Por eso sí que vale la pena llorar.

Federándonos hacia la Europa post-nacional (El Triangle, 31 de diciembre de 2018)