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«Y sucede que cuando los ideales humanistas y universales han fracasado emerge incontestable como último ideal, como última propuesta de colectividad, el ideal nacional. Svetlana Alexievich recoge en sus libros el testigo de cómo la caída de la URSS tuvo como primera consecuencia la irrupción de los conflictos identitarios entre los que hasta entonces habían sido todos soviéticos por igual.

Poco se puede hacer desde la nación contra las dinámicas económicas, la evolución climática o el terrorismo. Se requieren gobiernos supranacionales, ámbitos legales homogéneos amplios, el ideal nacional es solo una coartada de dominación local y cosmética para presumidos. Sin embargo va desapareciendo la lógica que dio pie a consignas como guerra entre clases y paz entre pueblos, vamos desapareciéndonos nosotros como clase obrera organizada y la voluntad de hacer menos pobres a los pobres.»

«Nación, coartada y cosmética» por Marcos Delgado, El Estado (02/03/2018).