Hoy está en el tejado de la izquierda la posibilidad de renovar el mensaje sobre el Estado y sobre todo está en sus manos hacerlo operativamente; está en sus manos complementar los eslóganes —para unos el referéndum pactado, para otros la reforma constitucional— con una batería de indicadores que tracen la geografía empírica del problema, las opciones de máximos y de mínimos con flexibilidad política y a la vez con conciencia de urgencia. Aludo a la izquierda alineada con los socialistas y con los comunes y apelo a su poder real para fomentar un cambio de énfasis, una renovación de prioridades que quiebren el relato frentista que activa la emoción y el sentimiento independentista: el futuro parece pasar por una reforma constitucional de amplio respaldo y estudiada intervención.
Contra la resignación, por Jordi Garcia, Tribuna el País (13 de diciembre de 2017).