España debería ejercer una política transformadora y proactiva que conecte con los sentimientos de una mayoría de catalanes, se reconcilie con una parte de los independentistas y genere un consenso democrático sólido, en la línea de lo que propone The Economist y otras publicaciones. En Cataluña tiene que haber un cambio de cultura política que promueva honrar la gestión, los datos y la democracia representativa.
«A quienes los dioses quieren destruir, primero enloquecen» por Marc Murtra (30 de noviembre de 2017).