Esta convocatoria no debe servir sólo para interrumpir el denominado «proceso», sino para hacer posible la reconstrucción de planteamientos ampliamente mayoritarios. Cataluña debe estar presente. Y por eso es importante que de cara a las elecciones del 21 de diciembre las fuerzas que optan por propuestas progresistas y federalistas expliciten su compromiso
La sucesión de acontecimientos políticos registrados en Cataluña en los últimos dos meses y sus últimas derivadas han desembocado en la aplicación de las previsiones del artículo 155 de la Constitución, en su escala más modesta: cese del gobierno, disolución del Parlamento y convocatoria de nuevas elecciones. No se ha producido ni una intervención masiva de la Generalitat ni presencia policial en las calles ni una intervención sobre los medios de comunicación públicos: lo celebramos.
Pero al mismo tiempo la acción judicial (emprendida a iniciativa del Fiscal General del Estado) ha generado una situación inaudita e indeseable, como es la detención e ingreso en prisión provisional de los miembros del gobierno saliente de la Generalidad.
Esto ejemplifica la gravedad de la situación y ayuda a definir la convocatoria electoral, que debe entenderse como una solución de emergencia ante una coyuntura que ha colocado a la sociedad catalana en una situación caótica, con grave riesgo de confrontaciones internas y de pérdida de las instituciones de autogobierno; y la totalidad de las fuerzas políticas parlamentarias lo han entendido así, y han comenzado ya los correspondientes preparativos electorales.
Esta convocatoria no debe servir sólo para interrumpir el denominado «proceso», sino para hacer posible la reconstrucción de planteamientos ampliamente mayoritarios. Como muestran los estudios de opinión pública recientemente publicados, hasta dos tercios de los catalanes están a favor de un nuevo esquema institucional, que establezca un autogobierno más amplio y mejor garantizado, y a la vez que asegure la participación de Cataluña en el gobierno del Estado español. La coincidencia con la puesta en marcha en el Congreso de la comisión que ha de renovar la estructura territorial española constituye una espléndida oportunidad para abordar la problemática actual y para poner sobre la mesa la propuesta federal.
Cataluña debe estar presente en este proceso. Y por eso es importante que de cara a las elecciones del 21 de diciembre las fuerzas que optan por propuestas progresistas y federalistas expliciten su compromiso con una reforma en profundidad. Hay una mayoría clara en el Parlamento de Cataluña comprometida con este proyecto y esto requiere un amplio apoyo electoral. Federalistes d’Esquerres llama a votar por aquellas candidaturas que garanticen una actitud coherente y decidida en defensa de estas propuestas.
Editorial Federalistes d’Esquerres, 5 de noviembre del 2017