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Gallego hizo hincapié en que el nacionalismo “busca ser la manifestación de una totalidad, la nación expresada políticamente” y en este sentido ahondó en el hecho de que en Cataluña se repita el mantra que Cataluña “no será plena sin la independencia”

El retorno de los nacionalismos y el fortalecimiento de la extrema derecha fue el tema abordado el jueves pasado en el tercero de los actos del ciclo ‘Federalismo en los barrios’ que tuvo como protagonista al historiador y escritor Ferran Gallego.

El centro cívico Vil·la Florida de Sarrià-Sant Gervasi fue escenario de un acto que consiguió llenar el auditorio y en el que se ahondó en el papel jugado por el nacionalismo de extrema derecha en las recientes elecciones francesas pero también en el papel que el nacionalismo está desempeñando actualmente en Cataluña.

La economista Sara Jaurrieta fue la encargada de conducir el acto que fue presentado por el también economista Lluís Pascual.

¿Es el Frente Nacional un movimiento fascista?¿Podemos considerar que todos los votantes de Marine Le Pen son representantes de la extrema derecha?¿Qué repercusiones está teniendo en Cataluña la efervescencia nacionalista que ha derivado en el llamado ‘proceso’? Son algunas de las cuestiones sobre las que se ha profundizado a los largo de casi dos horas.

Ferran Gallego ha recordado que vivimos “un momento nacionalista” y ha puesto sobre la mesa las consecuencias del ascenso del movimiento de Marine Le Pen en Francia que convirtieron en plebiscitarias unas elecciones que no han resultado propias de la cultura republicana.

“Vivimos un proceso de nacionalización de masas bajo la capa de nacionalismo. Eso es lo que ha sucedido en Francia donde la extrema derecha no sólo ha conseguido mantenerse sino fortalecerse. El nacionalismo persigue acabar con la democracia representativa y con el sistema de partidos políticos y en Francia esto se ha hecho patente”, constató.

Recordó también que no todos los electores de Le Pen son de extrema derecha sino que se trata mayoritariamente de personas desencantadas con el sistema, que han perdido sus empleos, que se han quedado al margen de la prosperidad. “Son personas de procedencia muy diferente pero que se han creído el mito propagado por el Frente Nacional para movilizar a sus votantes en relación a que sus problemas se solucionarán rehaciendo Francia”, señaló.

Ferran Gallego hizo hincapié en que el nacionalismo “busca ser la manifestación de una totalidad, la nación expresada políticamente” y en este sentido ahondó en el hecho de que en Cataluña se repita el mantra que Cataluña “no será plena sin la independencia”. En este sentido lamentó que esto haya provocado una pérdida de una cultura democrática que desde la transición permitía que convivieran una gran diversidad de opiniones políticas que hacían la vida democrática enriquecedora.

“Ahora se nos obliga a escoger. La política no es un plebiscito de sí o no, es diálogo. Vivimos una hegemonía nacionalista que contamina todo, que no nos deja hablar de los problemas reales y nos enfrenta, que intenta dividirnos constantemente en ellos y nosotros. El nacionalismo no deja vivir una ciudadanía tranquila, obliga a estar en un permanente estado de excepción”, señaló recordando que el nacionalismo busca prescindir el sistema de partidos que define la democracia para crear un movimiento único.

Por Beatriz Silva