En el acto se hizo un repaso a la evolución de la Unión Europea desde su creación hace sesenta años, con sus ventajas y errores y se constató que la Europa que soñaba Spinelli está todavía a medio hacer

(por Siscu Baiges) El periodista Xavier Vidal-Folch y el filólogo Marcello Belotti, participaron en el acto “Europa, pasado, presente y futuro. De Ventotene a la actualidad”, celebrado en Can Jonch, Centro Cultural por la Paz, en Granollers, el 23 de febrero. Esta sesión, que forma parte del ciclo “Diálogos por un mundo solidario”, organizado por ‘Federalistes d’Esquerres’, fue moderado por la doctora en Ciencias Sociales y Salud, Montserrat Roca. Entre los asistentes se encontraba el alcalde de Granollers, Josep Mayoral, y ex-eurodiputado Salvador Jové.

Marcello Belotti, que ha traducido el manifiesto de Ventotene, explicó que fue redactado en junio de 1941 por tres militantes comunistas y antifascistas -Altiero Spinelli, Ernesto Rossi y Eugenio Colorni- en la isla de Ventotene, donde habían sido deportados por el régimen de Benito Mussolini, y que es un llamamiento abierto a una Europa social y federal, crítico con el nacionalismo que crecía en aquellos años.

Recordó, también, la fundación del Movimiento Federalista Europeo en Milán, después de que Spinelli saliera de la cárcel, en 1943 y su propuesta de crear unos estados unidos de Europa. “Han pasado setenta años pero sus palabras tienen una frescura enorme. Debemos recuperar sus ideas. Se habría opuesto a los tratados TTIP y CETA, a los nuevos fascismos que están resurgiendo, a la troika y habría defendido mecanismos de democracia radical, el voto popular para las elecciones europeas, subir impuestos a los ricos, trabajos no precarios o la renta garantizada mínima para todos los europeos”, dijo Belotti. “Es normal que haya una cierto decepción de Europa pero la gente de izquierdas debe seguir insistiendo en revitalizarla y hacerla más social y federal”, concluyó.

Para Xavier Vidal-Folch, el pensamiento de Spinelli cuando criticaba a los dirigentes europeos reaccionarios que atizaban el sentimiento patriótico nacional es muy actual. El periodista hizo un repaso a la evolución de la Unión Europea desde su creación hace sesenta años, con sus ventajas y errores.

“A los reaccionarios catalanes y españoles que dicen que estamos enterrando dinero con los andaluces o extremeños debemos castigarlos con datos: Los esfuerzos de solidaridad intra-europeos e intra-españoles han sido útiles para ayudar a las comunidades más atrasadas, lo cual no ha sucedido en Italia. La solidaridad es eficaz, además de estar bien éticamente”, dijo. Señaló que presentar la cuestión de los refugiados y los inmigrantes como un problema, es un gran error porque, a su entender, el balance coste-beneficio es positivo, y destacó que la construcción de la Europa económica y de las finanzas se ha hecho sin guerras. “Los jóvenes dan por sentado cosas que no son tan evidentes. Los estados-nación han sido un gran progreso pero también han provocado grandes desastres, como las guerras “, afirmó.

En la vertiente positiva del balance europeo, Vidal Folch afirmó que “hemos digerido la globalización manteniendo un sistema de bienestar social mínimamente digno”. “La crisis podía haber acabado con la Unión Europea. No teníamos nada. Sólo el Banco Central, los criterios de Maastricht y el control de la inflación. Hemos aplicamos una política errónea de austeridad. Habría sido necesario acompañar el control del gasto con políticas de crecimiento presupuestario a nivel europeo. Pero, incluso con esta crisis, la UE no ha caído. En seis o siete años hemos hecho el trabajo que no se había hecho entre los Tratados de Maastricht y Lisboa”, dijo.

Vidal-Folch cree que “la Europa que soñaba Spinelli está todavía a medias. El problema grandioso actual es que el mando supremo del mundo ha fallado. Ha dicho liberalismo, no: proteccionismo. Nuestro modelo funciona con una economía abierta, que persiga la elusión y la evasión fiscal. Como europeos sólo tenemos una salida: intentar convencer a lo que quede de inteligencia y solidaridad en los Estados Unidos para llegar a acuerdos, al igual que los tenemos que hacer con Canadá o Japón. Y superar lo más rápido posible el Brexit”. Finalmente, acabó pidiendo: “No hay que desesperarse ni ser ingenuos e ilusos. No debemos hacer aquello que Spinelli criticaba: la restauración de los estados-nacionales como si fuera la solución. La probamos un tiempo pero ya no es la solución que necesitamos”.

La sesión terminó con un llamamiento a asistir a la marcha por una Europa Federal que se realizará el próximo 25 de marzo en Roma, coincidiendo con la conmemoración de los 60 años de la firma del Tratado que creó la Comisión Económica Europea, antecedente de la Unión Europea.