La nueva rueda de molino que nos quieren hacer tragar es que vivimos en el país de los tesoreros locos. Que en los partidos políticos la gente es más o menos seria pero los tesoreros han perdido la cabeza. Y que, encima, ellos son los grandes protagonistas ocultos de todas las cosas. La tesis es que aunque los tesoreros locos no se presenten a las elecciones son los que realmente deciden y mandan. Que en un mundo de vírgenes María, castos José, honrados trabajadores, empresarios abrazados a la cultura del esfuerzo, banqueros desinteresados, periodistas con principios y políticos abnegados, ellos concentran la maldad absoluta. Son los que engañan, roban, defraudan, y los que deciden libremente a quiénes se adjudican los concursos de trabajos públicos que pagamos entre todos. «El país de los tesoreros locos» (El Periodico, 9 de marzo de 2017)