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  • “Hay un secretismo mágico, respetado, que da pie a pensar que siempre hay algo escondido detrás de la ausencia de resultados. Algún arma secreta que hará posible el Procés. Eso es un éxito, que algo que está muerto siga vivo es un éxito. La última fórmula posible que ahora baraja el processime es omitir la fechas y los resultados, y proponer un proceso en… 40 años, por ejemplo. Un chollo para un político hispano, vamos”
  • “En Cataluña había dos núcleos de protestas. Uno era el 15M y otro eran las consultas, aunque no siempre estaban diferenciados. Mas cogió la bandera más cercana a él. No creo que pudiese modular un discurso social, pero sí uno nacional. Cuando se votó la Ley Ómnibus, con la que se inició el fin del Bienestar en Cataluña, se rodeó el Parlament y Mas llegó en helicóptero para evitar a los indignados, lo que indica su poco dominio del tema social”
  • “El Procés ha posibilitado la mutación de Convergència, con cierto éxito. Tendría que haber desaparecido por la corrupción, por introducir en España la austeridad con más violencia que en Europa… y todo esto ha quedado detrás de la nube que es el Procés. La versión oficial es que el Procés ha servido para cargarse Convergència. Yo diría que no, que ha permitido prolongar Convergència”

Entrevista de Vanesa Jiménez a Guillem Martínez. “En sentido político estricto, el Procés es un engaño” (CTXT, 7 de diciembre de 2016)