¿Es necesaria la reforma de la Constitución en España? La primera pregunta que ha de plantearse es si existen problemas políticos graves que aconsejen cambar las normas constitucionales, y la respuesta es positiva. La Constitución de 1978 fue la mejor posible en su origen pero el país ha cambiado mucho y ha surgido un nuevo sistema de partidos, sin que las instituciones se hayan adaptado. Un segundo problema es la confusión que domina todo el sistema autonómico, porque la Constitución ha permitido una descentralización inicial notable, pero ahora predominan los conflictos entre el Estado y las CCAA, el protagonismo excesivo del Tribunal Constitucional, el dominio de la financiación autonómica por el Estado y la escasa participación de las CCAA en las instituciones centrales. El tercer punto que aconseja una reforma constitucional es el conflicto de las instituciones de Cataluña con el Estado, que se puede intentar reconducir mediante el reconocimiento de una posición particular para algunas Comunidades Autónomas, dentro de un sistema plurinacional y gradualista aceptado por todos. «Mayorías y consenso en la reforma constitucional» (El Periodico, 7 de diciembre de 2016)