Los ciudadanos catalanes, como los españoles, están sufriendo por igual los efectos de la crisis económica y de la restricción de libertades que impuso el anterior Gobierno del PP. Es más, el proceso soberanista ha ido en paralelo al desarrollo de las políticas del PP y dirigido por una fuerza política, CDC (por más que ahora cambie de denominación), que, como el PP, está enfangada hasta el cuello de corrupción. La pretendida independencia comporta calculadamente la plena impunidad. Nadie puede ignorar que con este objetivo pretenden librarse de la jurisdicción penal estatal que, en este momento, tiene sometidos a investigación a dicho partido en el caso Palau de la Música, al fundador de la formación, Jordi Pujol, y toda su familia, al ex secretario general de la misma e hijo del anterior, además de a destacados altos cargos de CDC. «La secesión, ante la respuesta penal» (CTXT, 28 de diciembre de 2016)