El federalismo no es una solución coyuntural a la oleada nacionalista, no es únicamente un tipo de ordenación territorial, sino que es una cultura, una forma de vida que construimos entre todos cada día mediante la globalización, con las redes sociales, los viajes… El federalismo es la única solución posible para poder garantizar la justicia social y la igualdad de oportunidades para todos y todas
(Intervención de Silvia López Valentín en la presentación de Federalistes d’Esquerres en el Parlamento Europeo)
Lo que me gustaría decir se basa, como no, en mis experiencias personales y una pequeña reflexión sobre la situación política actual europea. Para mi y para mi generación, que hemos crecido con el programa Comenius en los institutos, con el que vivíamos intercambios entre estudiantes de diferentes países europeos. Con el programa Erasmus, que nos daba la oportunidad de vivir unos meses en una ciudad europea introduciéndonos en la vida universitaria, y sabemos que viajar por Europa, es viajar por nuestra casa, nos desconcierta que el auge de los nacionalismos nos obliguen a vivir ciertas situaciones cuando llegamos al “mundo adulto”, en el momento de acceder a nuestro primer trabajo, y os explico por qué digo esto:
Estaremos de acuerdo en que Europa hoy por hoy está siendo víctima de grandes amenazas que son imposibles de afrontar desde una posición nacional. Para poder afrontar estos retos que se nos presentan necesitamos, entre otras cosas, tener una política fiscal y exterior armonizada. Por ejemplo, mientras las grandes transnacionales y el capital pueda moverse de un país a otro, sin ningún tipo de barreras, instalándose en función de el Estado Miembro que mejores condiciones les ofrezca, los europeos y europeas jamás tendremos la fuerza suficiente como para poder reclamar unos derechos laborales y civiles dignos y justos. Si fuésemos capaces de no seguirles el juego a los grandes capitales, tal y como estamos haciendo, permitiéndoles instalarse en Irlanda porque pagan pocos impuestos y, contratar a las personas en Grecia porque los salarios son más bajos, ganaríamos como clase social, ganaríamos como humanidad.
A causa de esta situación, los jóvenes, sobre todo del sur de Europa, nos vemos obligados a competir entre nosotros, por culpa también de esta tendencia de políticas ultraliberales que empezaron en los años ochenta y que aún no hemos sido capaces de parar, y a tener que establecernos dónde el capital quiera explotarnos.
En los últimos años, además, estamos siendo testigos de otros grandes problemas, que también serán imposibles de afrontar mientras se aborden desde una visión nacional. Estamos sufriendo un cambio climático contra el que, obviamente, será inútil cualquier medida que se quiera tomar desde un solo país, y también estamos presenciando cada día, por los medios de comunicación, la gran crisis humanitaria que se está dando a las puertas de Europa a causa de la gran ola de personas refugiadas que buscan un lugar digno y seguro donde poder vivir. Con cuyas vidas parece que estemos jugando, discutiendo a cuántos te toca acoger a ti, o a mi.
Desde hace muchos años, sé que el único fin posible para la Unión Europea es la unión federada de sus actuales Estados Miembros, el único posible para poder seguir evolucionando y poder garantizar una vida digna y justa para todas y todos. Pero la oleada de movimientos nacionalistas a lo largo y ancho de Europa, hace tambalear este objetivo y, a causa de esto, corremos peligro de quedarnos estancados en este proceso de evolución hacia lo federal.
Para finalizar me gustaría remarcar que el federalismo no es una solución coyuntural a la oleada nacionalista, no es únicamente un tipo de ordenación territorial, sino que es una cultura, una forma de vida que construimos entre todos cada día mediante la globalización, con las redes sociales, los viajes… El federalismo es la única solución posible para poder garantizar la justicia social y la igualdad de oportunidades para todos y todas.