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(Analisis Anue) Con todos sus problemas y limitaciones, Canadá disfruta de un sistema federal bastante más avanzado que el autonómico de España en todos los sentidos, desde la muy superior asunción de las diversidades nacionales internas hasta unos grados de autogobierno que desmienten la tradicional tesis del Gobierno de Mariano Rajoy de que España es uno de los Estados más descentralizados del mundo (por no mencionar su antihistórica tesis ideológica de que es la nación más antigua de Europa). El federalismo canadiense puede presentar problemas y generar insatisfacción en algunos sectores, pero es una referencia de gran interés para España que está todavía muy lejos de haber conseguido los niveles de aceptación social interna de la diversidad y de profundo autogobierno capaz de implementar soluciones políticas diferentes para sus territorios que se han conseguido en el gran país norteamericano. A parte de las cuestiones normativas y técnicas, Canadá tiene otro elemento aún débil en España: una cultura cívica habituada a la transacción y el acuerdo, tanto entre las élites como entre los ciudadanos, y por ello puede ser un buen ejemplo para salir del impasse que hoy se vive. «Singularidades del federalismo canadiense» (Analisis Anue, septiembre de 2016)