ActualidadOpinión

Nunca había visto en mi país las actitudes supremacistas, sectarias y xenófobas ejecutadas por un gobierno, por su televisión pública, por su prensa amiga y por entidades privadas, como l’ANC. Los puentes que tanto costó construir en los inicios de la democracia entre pueblos diferentes, se están demoliendo uno a uno por un nacionalismo tronado que no tiene ningún proyecto de futuro. “Reflexión de verano” (El País, 17 de agosto de 2016)