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La organización institucional del Estado autonómico español tiene carencias graves. Una es que las comunidades autónomas no participan en la adopción de las decisiones del Estado central. Se tendrían que determinar además con claridad las competencias del Es­tado central y las de las comunidades autó­nomas, y el árbitro entre el Estado y las co­munidades autónomas, el Tribunal Constitucional, no tendría que ser designado prác­ticamente por una sola de las partes, el Esta­do. “¿Estado autonómico o Estado federal?” (La Vanguardia, 5 de abril de 2016)