La profundidad de la crisis que está generando el drama de los refugiados ha tocado de muerte a Europa. Las deportaciones como medida para hacer frente a la crisis de los refugiados suponen no tan sólo una vulneración del derecho europeo de asilo, sino una grave infracción de la regulación internacional sobre esta materia. Los partidos políticos, los sindicatos, las organizaciones civiles, los ciudadanos deben plantearse qué Europa quieren. Abogar por el modelo de Europa que desean. Defender explícita y públicamente derechos, intereses y objetivos. Si se nos cae Europa, ya nos podemos ir preparando. «Al rescate de Europa» (Alternativas Económicas, 23 de marzo de 2016)