La ley de transitoriedad jurídica puede dibujar el camino, pero no allanar por ella misma los obstáculos. No parece que estas leyes puedan funcionar si antes, de hecho, no existe un Estado catalán que disponga de legitimidad y recursos para hacerlas efectivas. No basta con haber hecho declaraciones de intenciones de independencia, o vernos a las puertas de la República catalana dentro de 17 meses. Sin dinero, capacidad de encontrarlo y fuerza para recaudarlo, todo quedará en un intento. «Normativa de invernadero» (El Periodico, 10 de febrer de 2016)