Es evidente que la eventual salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE) sería una noticia objetivamente negativa, aunque- por paradójico que pueda parecer de entrada- no cabría descartar un inesperado efecto acelerador positivo para la integración del resto. El trauma que supondría el primer abandono de un Estado miembro de la UE- un escenario que siempre ha parecido imposible- obligaría en efecto a intensificar el proceso de construcción supranacional europea. Por tanto, un escenario indeseable (el Brexit, contracción de Britain + exit) podría tener una conclusión favorable para la federalización europea
«¿Y si el Brexit no fuera tan mala idea?» (Agenda Pública, 22 de febrer de 2016)