Es difícil evitar que la imagen de unos refugiados obligados a desprenderse de sus pertenencias no evoque algunos de los recuerdos más ominosos de la historia europea. Setenta años después del Holocausto judío y gitano, este continente que fue capaz de superar su propia devastación con un formidable ejemplo de solidaridad se muestra incapaz de mostrar la más elemental empatía hacia los miles de refugiados que llaman a su puerta huyendo de las múltiples guerras de Oriente Medio. «Últimas tendencias neoliberales: el copago en el derecho de asilo» (Contexto y Acción, 20 de enero de 2016)