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Oriol Tejada Pinyol analiza en este libro el proceso independentista catalán y reflexiona en torno a varios aspectos en los cuáles se sustenta. Mediante la comparación, la lógica o la teoría de  juegos se ponen así de manifiesto las contradicciones de algunos razonamientos esgrimidos para defender las diferentes posturas (reseña del libro ‘El pensamiento (in)dependiente’)

¿Independencia sí o independencia no? Estamos acostumbrados a contraponer unas ideas a sus opuestas. Pero el independentismo es un problema complejo, que requeriría el análisis de una gran cantidad de factores antes de decidirse y cuya decisión podría traer graves consecuencias y una cierta irreversibilidad. Oriol Tejada Pinyol nos dice que ante esta complejidad, languidece la pretensión reduccionista de algunos políticos de “decidir democráticamente”, como si la sola garantía del sufragio universal fuera suficiente. Generar las condiciones que permitan que todos estemos informados y que podamos reflexionar sobre aquellos asuntos que nos afectan individual o colectivamente debería ser un principio irrenunciable de toda sociedad libre.
Por el contrario, los razonamientos esgrimidos por los defensores o detractores del independentismo son etiquetados sólo en función de si van a favor o en contra del independentismo sin tener en cuenta otras características: como su realismo, fraudulencia, argumentación errónea, incompleta o irracional o en función de la consistencia de los argumentos. Al ningunear los argumentos del contrario es difícil avanzar en la discusión, profundizar en el razonamiento y por ende, llegar a acuerdos. Despreciar el conocimiento relacionado con las decisiones colectivas que se toman en sociedad hace un flaco favor a la democracia, ya que esta se debería basar en una participación responsable y juiciosa de todos los ciudadanos. De ahí la dificultad de establecer un terreno de juego propicio al debate de ideas. La toma de decisiones en democracia es muy compleja por estar compuesta por múltiples elementos que interaccionan mutuamente, como es la que atañe a la posible independencia de Catalunya. En todo caso, decidir precipitadamente en momentos de crisis y de agitación política, sin darse las condiciones necesarias para una buena reflexión, no parece el mejor momento para tomar una decisión de tamaña envergadura.
Oriol Tejada Pinyol, con currículo académico brillante, investigador de la teoría de juegos y su aplicación a modelos de economía política y teoría de la elección social nos reta a través de sus propias reflexiones, a movernos a través de su ensayo “El Pensamiento (in)dependiente” desde un plano de adscripción ideológica, muchas veces rehén de las opiniones ajenas, hasta otro de verdadera libertad individual, donde el pensamiento se construye a través del ejercicio de la duda y de la reflexión personal. El pensamiento independiente, al ser producto de nuestra propia reflexión, nos hace responsables de nuestras decisiones como ciudadanos. Tal y como manifiesta el autor en el primer capítulo, este no es un libro de respuestas. Es un elogio al ejercicio de la duda y de la reflexión personal como instrumentos para afrontar incógnitas que se nos plantean en democracia y de las propias limitaciones en la toma de decisiones: la imposibilidad de acomodar preferencias muy dispares entre sí; quien fija que, como y cuando se vota dispone de un gran poder de influencia en la decisión social; o la posibilidad de mentir para salir favorecido por el resultado final; o como ocurre en el caso de Cataluña, se decide entre si y no y se ignora la opción preferida por los catalanes, que es la intermedia entre las dos opciones. Todos estos problemas son relevantes en la decisión sobre la independencia de Cataluña.

Los razonamientos esgrimidos por los defensores o detractores del independentismo son etiquetados sólo en función de si van a favor o en contra del independentismo sin tener en cuenta otras características como su realismo, fraudulencia o argumentación errónea, incompleta o irracional

Como su propia forma de hacer política, el autor analiza el proceso independentista catalán y reflexiona en torno a veinticinco aspectos en los cuáles se sustenta. Nos propone formas de reflexión en torno a estos que nos ayuden a aceptar argumentos o a rebatirlos. Por ejemplo: ¿Es el derecho a decidir universal? En dicho caso debería ser divisible y cualquier comunidad tendría ese derecho. ¿En una hipotética Cataluña independiente se recogería el derecho a decidir por parte de alguna región catalana si así lo decidieran sus ciudadanos?  ¿Qué pasaría si Barcelona y Tarragona decidieran no escindirse y continuar en España? ¿Seguirían queriendo la independencia en Lérida y Gerona con una Catalunya sin Barcelona? Podría preguntarse si quiere separarse de España si Barcelona no quiere separarse? En otro orden de cosas, nos podríamos preguntar cómo es posible que requiera una mayoría cualificada para la modificación de un Estatuto de Autonomía y dicha mayoría no sea necesaria para declarar la independencia. O también: ¿Debería de incluir el derecho a decidir, el derecho equivalente en sentido contrario? Es decir, el derecho a expulsar a una región determinada, del conjunto del país.
De esta forma, partiendo de ciertas preguntas y mediante la comparación, la lógica o la teoría de  juegos se ponen de manifiesto las contradicciones de algunos razonamientos esgrimidos para defender las diferentes posturas. Estamos ante principios que valen sólo para unos o para otros y nunca se llega al terreno para poder debatir de una forma objetiva y racional. Es por ello que aunque la mayoría de argumentos que se utilizan de uno u otro bando para justificar una u otra opción, acostumbran a ser débiles, incompletos o erróneos, nunca se puede avanzar sustituyéndolos por otros más sólidos.
En resumen, aunque existe mucha bibliografía sobre el encaje de Cataluña en España y sobre la conveniencia o no de la independencia de Cataluña, Oriol Tejada Pinyol  aporta en su ensayo una nueva forma de afrontar el problema y nos acerca a la metodología científica en la toma de decisiones complejas de una forma brillante, sencilla y clara, aunque sin faltar al rigor. Si queremos realmente afrontar problemas complejos para buscar de encontrar las mejores soluciones, debemos superar el primer nivel de discusión, más simple. Eso sólo es posible con un espíritu científico, no aceptando o rechazando los argumentos porque no van en la línea de nuestro pensamiento, con método y sin prejuicios, con honradez intelectual y con responsabilidad democrática. Construir nuestro propio pensamiento solo puede hacerse mediante el ejercicio de la duda y la reflexión y solo con pensamiento independiente ejercemos como ciudadanos responsables.
Sea cuál sea su posición frente al independentismo, relájense y déjense llevar por la reflexión durante la lectura del libro, sin prejuzgar el resultado. Oriol Tejada Pinyol, simplemente les invita a pensar.

Título: El pensamiento (in)dependiente: Veinticinco reflexiones sobre el proceso el proceso soberanista catalán
Autor: Oriol Tejada Pinyol

Blog Esquerra sense fronteres, 12 de octubre de 2015