Editorial de Federalistes d’Esquerres, 19 de julio de 2015. Las elecciones tienen que ser el momento en que se exprese la pluralidad de opiniones y de opciones de la sociedad catalana, alejándose de planteamientos simplificadores, y en que los electores evalúen las propuestas de futuro de las diversas fuerzas políticas. La campaña electoral tiene que ser el momento en que los gobernantes, especialmente cuando se vuelven a presentar, rindan cuentas de su gestión y expliquen sus planes de gobierno
En la preparación de las anunciadas elecciones autonómicas del próximo 27 de septiembre, se ha hecho pública la formación de una candidatura de coalición entre CDC, ERC y algunas fuerzas políticas menores, integrada por el actual presidente de la Generalitat y también por personas procedentes de otros partidos o sin identidad partidista. Esta candidatura se ha presentado, además, con grandes apoyos institucionales, sociales y mediáticos.
Federalistes d’Esquerres considera que esta candidatura, falsamente transversal, quiere impedir el debate abierto y transversal en torno a la gestión política pasada, y promueve una visión frentista y una dialéctica de bloques contrapuestos, que inevitablemente agravará la división social.
Por el contrario, Federalistes d’Esquerres opina que las elecciones tienen que ser el momento en que se exprese la pluralidad de opiniones y de opciones de la sociedad catalana, alejándose de planteamientos simplificadores, y en que los electores evalúen las propuestas de futuro de las diversas fuerzas políticas. La campaña electoral tiene que ser el momento en que los gobernantes, especialmente cuando se vuelven a presentar, rindan cuentas de su gestión y expliquen sus planes de gobierno. Insólitamente, este debate elemental en una sociedad democrática se quiere eliminar de Cataluña.
Federalistes d’Esquerres lamenta una propuesta tan anómala como la de esta candidatura, y quiere hacer un llamamiento a la normalidad política y a la distensión. Igualmente, llama a los partidos democráticos a evitar la tentación frentista y a explicitar y confrontar en detalle las respectivas propuestas ante la opinión pública catalana.
Sólo de este modo se podrá conseguir la expresión política de la mayoritaria voluntad de cambio de la sociedad catalana y poner en marcha la necesaria reforma en profundidad de las estructuras del Estado. Esta es una tarea inaplazable para resolver los problemas presentes: las próximas contiendas electorales tienen que servir para debatir a fondo la posibilidad de desarrollar una arquitectura institucional federal en España y Europa que haga viable un acuerdo amplio a favor de esta reforma.
Federalistes d’Esquerres, 19 de julio de 2015