Alos nacional soberanistas les interesa que no se hable de las políticas del gobierno de CiU y ERC que hemos padecido, ni tampoco de cuáles son las propuestas partidarias de futuro para superar la crisis, el paro, la corrupción, la pobreza y las desigualdades. Según su planteamiento, votar a Mas es decir sí a Catalunya, de modo que votar a los otros partidos te convierte en una especie de ignorante incapaz de vislumbrar el alcance histórico y revolucionario del 27-S. «¿Y después qué?» (El País, 18 de agosto de 2015)