En el caso de que la lista única no obtenga la mayoría necesaria, la propuesta de reforma constitucional seguirá estando vigente, porque prácticamente todas las fuerzas políticas saben que la norma fundamental necesita cambios. Y porque el nuevo Parlamento, mucho más fragmentado, va a modificar radicalmente el debate político. Quede quien quede primero, los partidarios de la reforma constitucional (socialistas, Podemos, minorías nacionalistas o independentistas) tendrán fuerza más que suficiente para imponer ese debate. «El debate constitucional no depende del 27-S» (El País, 26 de julio de 2015)