Opinión

Para cambiar la realidad hay que cambiar las conciencias y eso sólo se puede hacer desde la educación en la cultura cívica. Ser personas críticas, informadas, reivindicativas de nuestros derechos y luchar por ellos solidariamente, no de manera individualizada. Ser personas políticas, vivir la ciudadanía y creer que nosotros tenemos el poder de decidir nuestro futuro. Alejarnos de banderas, patrias y dioses que nos arrastran al egoísmo y al enfrentamiento. Sin cambio cultural no habrá cambio político. «Sin cambio cultural no hay cambio político» (El País, 8 de abril de 2015)