Parece que a Junqueras ha dejado de convenirle el referéndum (ante la posibilidad de perderlo), y ha decidido saltarse ese paso para promover directamente un modelo presidencialista o autoritario según el cual una victoria electoral es suficiente para declarar la independencia e iniciar un proceso constituyente sin el acuerdo, pero sí la sumisión, de partidos asustados. «El rey de la casa» (El País, 22 de enero de 2015)