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En el laberinto en que se ha metido, Mas parece estar bailando una especie de yenka, aquel baile de los primeros sesenta en el que los participantes, enlazados por la cintura, cantaban “izquierda, izquierda, derecha, derecha, adelante y atrás”, daban cuatro botes y volvían a la posición inicial. «Mas, perdido en su laberinto» (El Confidencial, 14 de agosto de 2014).