Tras dos años sin verse, Mariano Rajoy y Artur Mas se ha reunido esta semana en La Moncloa. ¿Abre este encuentro una vía para la negociación? Varios comentaristas han abordado el resultado de una reunión en la que ambas partes se mantuvieron inamovibles en el tema de la consulta pero en la que tanto Artur Mas como Rajoy accedieron a dialogar sobre cuestiones al margen de ésta.
Desactiven esa espoleta. Por Xavier Vidal-Folch
El encuentro, del que nadie sensato esperaba un acuerdo para imprimir en el BOE, ha dado el máximo de lo esperable. Ha habido diálogo porque Mas se avino al fin a plantear asuntos (23, sobre todo económicos) distintos a la (obsesiva) consulta. Y porque Rajoy asumió la utilidad de hablar, aún desde la discrepancia en el asunto capital, la (denegada) consulta.
¿Hay margen para un nuevo pacto? Por Patxo Unzueta.
No es realista esperar hoy un acuerdo Rajoy-Mas, pero dejar abierta la posibilidad supondría un gran avance. Se basaría en una consulta; no sobre la secesión, sino sobre un estatus de Cataluña convenido entre las partes. ¿Una tercera vía se abre?
Las 7 diferencias entre 2012 y 2014. Por Antoni Gutiérrez-Rubí
La reunión entre Artur Mas y Mariano Rajoy de 2012 acabó con un portazo. Ésta, con una puerta entreabierta. Ahora nada fue tan épico, sino más bien práctico. Todas las palabras sonaron sin estridencias. No hubo violines. Pero tampoco tambores.
Mínimo imprescindible, máximo posible. Por Joan Tapia
Después de dos años de choques y tensiones era imposible que la cumbre fuera bien. Pero se logró el máximo posible y el mínimo necesario. Lo irritante es que esos 23 asuntos sustanciales hayan estado congelados dos años por una cuestión de principios. En las democracias no se elige a los gobernantes para que lo paralicen todo con la excusa de discrepancias esenciales, sino para que gobiernen.
¡Qué suerte tiene Rajoy! Por Rosa Paz
Es posible que a Artur Mas le quede ya poco recorrido porque se ha metido en un callejón sin salida con la consulta soberanista pero se equivocan quienes creen que llegó a su cita con Mariano Rajoy de este miércoles en peor situación que el presidente del gobierno. Los autos judiciales que afectan al PP se acumulan este mes de julio y hubieran ocupado las primeras páginas si no se hubieran visto opacadas por el tsunami de Pujol.
