ActualidadOpinión

Se han reavivado con fuerza demonios y pestes de la mano de dos ideologías totalizadoras: el neoliberalismo y el neonacionalismo. La vacuna contra la peste del neonacionalismo es el europeísmo: construir una Europa federal fuerte bajo el principio de la subsidiariedad, que cada nivel del edificio europeo, el local, el regional, el estatal y el europeo, hagan lo que puedan hacer más eficazmente y más democráticamente; éticamente, en definitiva. «El neonacionalismo, una pulsión desintegradora de Europa» (Crónica Global, 15 de octubre de 2014)