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Con la sala llena, el pasado 11 de marzo en el Hotel Porta Fira de Hospitalet de Llobregat se llevó a cabo la I Jornada de políticas lingüísticas dentro de una España federal, acto organizado por Federalistas d’Esquerres. Mireia Esteva, presidenta de la asociación, expresó que la lengua era un medio para entenderse y no para polarizar y crispar, y Núria Marin, alcaldesa de L’Hospitalet, añadió que la lengua servía para avanzar, ambos discursos van inaugurar la jornada.

La primera de las mesas se enfocó un debate sobre la política lingüística en Cataluña.

Joaquim Coll, historiador y articulista, comenzó el mencionado debate que la política lingüística catalana era claramente nacionalista y no federalista, donde se ve claramente que se busca un futuro monolingüe en Cataluña. Un discurso que no pretende sumar sino justo lo contrario, lo que hace que no sea exitoso. Por eso propone un modelo catalanista donde sea bilingüe.

Se debe liberar el catalán del independentismo y debe hacerse dentro de una tradición catalana. Ana Losada, presidenta de la “Asamblea por una Escuela Bilingüe”, quiso dar a conocer varias violaciones de los derechos en las que se está pretendiendo imponer el catalán, lo que hace que se cree un rechazo por parte del alumnado. Esto hace que tendamos hacia un sistema monologuista.

La última de las miembros de la primera mesa fue la profesora de Antropología de la UAB, Silvia Carrasco.

Ella mencionó que la inmersión lingüística no era de éxito y esto se palpaba con los datos de abandono escolar prematuro de un 20%. Esto se debe a las desigualdades educativas donde se ve claramente que no estamos preparados al tener inmigración en las aulas. También explicó que la escuela debe proporcionar un castellano académico lo que cree que falta en el modelo actual y debe alejarse de las finalidades ideológicas y políticas.

Posteriormente, se leyó el Manifiesto federal por el entendimiento lingüístico por parte de miembros de Federalistas d’Esquerres, posicionamiento de la asociación al respecto.

En la segunda de las mesas se planteaba la actuación de España frente a la diversidad lingüística del país.

El historiador y articulista Rafael Lamuedra llevó a cabo una breve explicación histórica que sirvió para entender cómo se había llegado a la actualidad. Alberto Lopez Basaguren, catedrático de Derecho Constitucional, considera que debe buscarse una solución que garantice una paz lingüística.

Por este motivo se debe tener en cuenta que no se puede comparar el caso español con otros como Suiza o Bélgica donde en ambos casos son países formados por comunidades monolingües.

Lurdes Auzmendi, ex viceconsejera en el País Vasco, explicó el caso vasco y dio varias soluciones a la pregunta: ¿Qué puede hacer España para promover las lenguas cooficiales? Azumendi defiende que deben oficializar todas aquellas lenguas que no lo tienen o que las instituciones como puede ser el Senado.

El diplomático y también escritor Juan Claudio de Ramón culminó la mesa expresando que el aparato argumental para defender la inversión lingüística es mentira y lo que ocurre es que cuando el poder propaga una mentira no busca que te lo creas sino que no repliques, haciendo clara referencia a Hannah Arendt. Por este motivo argumenta que debe cuidarse el pluralismo, ya que la diversidad se cuida sola. Se refiere al federalismo como forma de defender el bilingüismo.

La clausura del acta se corrió a cargo de Mireia Esteva y Victoria Camps donde mencionaron los aspectos más importantes de la jornada y agradeció la asistencia a los participantes y al público asistente.