«La llegada de la Segunda República ayudó a consolidar el derecho a la educación de las mujeres. Incluso habiendo heredado la carencia de maestras y de escuelas, se apostó por la escuela pública, la educación obligatoria, activa, unificada y laica. Se puso como objetivo la preparación de maestras, se mejoraron sus retribuciones económicas y se hizo un esfuerzo importante en la construcción de escuelas. Las maestras de la república transmitieron un modelo de mujer moderna e independiente y fueron decisivas para educar en la igualdad, la libertad y la solidaridad. Cuando en 1933 ganaron las elecciones los partidos de derecha, disminuyeron las plazas de maestras, se fomentó la enseñanza religiosa y se acabó con la coeducación.»
La batalla por la educación (El Triangle, 7 de julio de 2020)