«Los ciudadanos no son mejores o peores si su país lo gobierna Barack Obama o Donald Trump, Pasqual Maragall o Artur Mas. Hay un montón de holandeses que se avergüenzan del comportamiento de su gobierno y que apelan al «No nos representan» del 15M. Es en estos holandeses en quienes tenemos que confiar para construir la Unión Europea que ponen en peligro Rutte u Hoekstra.
Tirar la toalla y caer en el estereotipo de que los holandeses son así o asá es la peor actitud que podemos adoptar ahora. Los catalanes estamos acostumbrados a que nos pongan etiquetas con las que no nos identificamos. De catalanes, españoles y holandeses hay de muchos colores y talantes. Que el presente y el futuro de todos juntos sea mejor y más esperanzador depende de que, como el virus, dejemos de lado las fronteras y nos centremos en buscar las soluciones que nuestras sociedades y el conjunto del planeta necesitan.
Los políticos pasan. Las personas quedan. Y tienen que ser mayoría las que opten por la fraternidad y la justicia social para que sus gobiernos se les parezcan.»
Los holandeses buenos (El Triangle, 13 de abril de 2020)